El mundo que ya conoces, tantito a la derecha
Título: El mundo desplazado
Autora: Paulette Jonguitud
Género: Terror, Realismo mágico, Ficción especulativa
Formato: Físico
Páginas: 241
¿En español? Sí
Calificación: ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️
Sinopsis
Es complicado explicar qué ocurre en El mundo desplazado, pero lo intentaré de todas maneras.
El libro comienza con Miranda, una artista que recorre la Ciudad de México (lo que alguna vez fue el DeEfe) en su camioneta, siempre acompañada se una magnífica Guía Roji llena de anotaciones y papeles sobrepuestos que reflejan los efectos del tiempo sobre la ciudad. Entre todos los rayones, se encuentran unas marcas que indican la ubicación de unos murales misteriosos (firmados por INZ) que han estado apareciendo al sur de la ciudad; todos repiten la misma imagen: un rostro descarapelado; una mujer con la mitad del cráneo expuesto.
Las INZ resultan ser las marcas de una niña llamada Inés, quien ha estado dibujándolas en distintas partes de su colonia para delimitar el perímetro del área donde se siente a salvo; mientras esté cerca de sus INZ, nadie podrá tocarla ni a ella ni a su hermano Diego.
Inés y Miranda buscan reclamar la ciudad a través de su arte, representando en él las diferentes caras de un dolor que lleva generaciones pesando sobre las mujeres mexicanas.
Opinión
Quedé fascinada por El mundo desplazado, y creo que tiene todo que ver con la ambientación y los personajes. Jonguitud construye a la Ciudad de México a partir de lo sensorial: su gente, su clima, sus sonidos, sus aromas y sus vistas son exactamente como se sienten al habitar en ella (lo sé porque llevo toda mi vida viviendo aquí). Leer esta versión específica de la CDMX despertó en mí un profundo sentimiento de nostalgia y de agobio, porque, al igual que el personaje de Agustina, es una ciudad a la que le tengo mucho cariño, mucho respeto y mucho miedo.
"Era temprano, en la mañana, y hacía ese frío de la Ciudad de México que a medio día se degrada en calor contaminado". ––p. 54
Algo que no me esperaba era la variedad de personajes y el tiempo discontinuo que atraviesa la novela: comienza con Miranda, brinca hacia Pepe (un vecino que lleva varios años sin poder conciliar el sueño y habla con un perro en los columpios de un parque), hacia Inés, hacia Margarita (profesora de Inés y Diego), hacia Agustina, y luego, a mitad del libro, hacia Paula, la madre de Agustina y abuela de Inés. A través de todos ellos, Jonguitud explora temas como la sororidad, la ansiedad, la depresión, la psicosis y el abandono, cada uno expresado de manera sublime a través de metáforas que se apoyan en el realismo mágico y el body horror. De estos temas, la depresión (la madre ausente, automática) y la ansiedad (el mundo que es como el que conoces pero un poco diferente, lo suficiente como para que te dé miedo) fueron mis favoritos.
"Supo lo que ya sabía, que adentro de la mente, en las cavernas, es donde más nos lastimamos, donde nunca hay que asomarse" ––p. 129.
"No era el país quien la perseguía, no era la ciudad, era ella, su propio miedo que se iba enredando en su columna vertebral" ––p. 190.
Lloré con la historia de Paula. Lloré con los capítulos sobre el terremoto de 2017 (porque entonces lo viví en persona y ahora lo reviví con los pies firmes y las entrañas revueltas). Lloré con Agustina e Inés en la regadera. Lloré con Contanza y el primer montoncito de tierra.
También sentí cerca de mí la relación entre Miranda y sus esculturas, porque es lo que muchas veces llego a sentir con mis propios escritos: el orgullo, la duda, el reintento, el pensar "¿por qué no se me ocurrió eso a mí primero?" y el esperar que alguien logre ver la obra pero no logre verme a mí en las fracturas de la misma.
"[...] había caído en la trampa más vieja del arte: soñarse original" ––p. 21.
Estoy muy contenta por que esta haya sido mi primera lectura del año. Comencé tomándomelo con calma (porque sabía que iba a ser un libro difícil), y luego me leí la segunda mitad en un sentón. Lo disfruté y lo sufrí en partes iguales. El mundo desplazado aprovecha los elementos del terror para crear una narrativa tan atemorizante como catártica que pone en papel eso que varias (y varies) traemos atorado en el pecho: el dolor, la nostalgia y el agradecimiento por todas las que nos abrieron camino; la esperanza para las que vienen detrás.
Querido lector, volví a llorar mientras escribía esta reseña. Por favor no te pierdas de (ni en) El mundo desplazado.
Hola! No conocía el libro, pero lo que cuentas me parece muy interesante. ¡Parece muy emotivo! Un abrazo grande.
ResponderBorrar¡Gracias por comentar! Espero te animes a leerlo, vale muchísimo la pena :)
BorrarAbrazo<3
La forma en la que narras la conexión tan profunda que tienes con los personajes sin duda me anima a querer leer el libro. No pensé que sería de terror, pero sin duda quiero leerlo. Abrazos.
ResponderBorrar¡Muchas gracias por tu comentario! De verdad es un libro que no me cansaré de recomendar. Cuéntame si te animas a leerlo.
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Hola,
ResponderBorrarNo conocía la novela, gracias por la reseña, un estupendo descubrimiento.
Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.
¡Gracias a ti por comentar! Ojalá te animes a leerla :)
BorrarAbrazo<3
Vaya, qué pinta más interesante tiene...
ResponderBorrar¡De mis lecturas favoritas en lo que va del año!
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