Un sistema solar
(O una excusa para hablar de mis libros favoritos)
¿Sabes lo que es el canon literario? Cuando pienso en él, se me viene a la mente una lista larguísima de autores famosos y libros considerados clásicos. Pero, ¿qué es lo que convierte a un libro en un "clásico"?, y sobre todo, ¿quién decide cuáles libros lo hacen?
En mi opinión, un libro se convierte en clásico cuando mantiene su relevancia con el paso del tiempo; puede ser que revele aspectos innatos de la condición humana o que simplemente haya sido de gran influencia para otros textos que lo precedieron. Pareciera entonces que el canon es decidido por la sociedad, pero, ¿dónde queda el lector como individuo?
Estaba tomando una clase en la universidad cuando el profesor nos habló de David Huerta, un poeta mexicano que proponía ver el canon como si fuera un museo. En este hipotético museo existe una sala principal repleta de obras maestras (o de esos "libros que debes leer antes de morir"), y un montón de salas generales, cada una especializada en un nicho diferente (ya fueran corrientes, géneros, estilos, etc.). Creo que esta analogía es perfecta para entender cómo funcionan los cánones en general. Sin embargo, para entender a los cánones personales, mi profesor propuso la idea del canon como un sistema solar; un montón de obras que giran al rededor del sol, de La Obra que más nos ha marcado. Después de esa clase, se nos quedó de tarea hacer el listado de 10 títulos que conformaran nuestro canon personal.
Querido lector, esa tarde me la pasé pensando y repensando mis respuestas y justificaciones, todo para que, a la clase siguiente, pasáramos todos a leer nuestra lista de títulos de manera apresurada. Estuvo interesante escuchar los cánones de todos mis compañeros, pero me quedé con ganas de saber el porqué, así que hoy vengo a compartirte el mío.
Mi canon literario
1. Persona Normal, de Benito Taibo
Persona Normal fue mi libro favorito por mucho, mucho tiempo; me siento con la confianza de decir que incluso me construyó como persona. Se convirtió en mi refugio en una época en la que casi no tenía amigos (o que no podía ver seguido a quienes consideraba mis amigos), y me hizo estar segura de que quería dedicar mi vida a la literatura. Es el libro que siempre recomiendo, es mi libro más anotado, es el libro que puedo recitar casi de memoria; es el libro que llevo tatuado en el corazón. Le agradezco eternamente que siga iluminado mi camino.
2. Carry On, de Rainbow Rowell
Este es mi libro favorito deveras deveritas. Simon y Baz, los protagonistas, viven a sus anchas en mi cerebro sin tener que pagar renta, y me hacen sonreír cada vez que pienso en ellos. Me identifico mucho con Simon, en especial porque creo que puede leerse como una alegoría para la discapacidad, y porque su espalda y cicatrices se vuelven fundamentales para entenderlo como personaje.
Estoy fascinada por el mundo que creó la autora y por el hecho de que todo empezó como un chiste para la novela de Fangirl, como una parodia de una saga sobre un niño mágico con la que todo el mundo está obsesionado. Los clichés son más divertidos cuando los pones patas arriba.
Como nota adicional, estoy segura de que la pluma de de Rainbow Rowell ha tenido gran influencia en la mía, casi sin querer. (Yo también abuso de los paréntesis).
3. La trilogía PLAY, de Javier Ruescas
Play llegó a mi vida en el momento adecuado. Fama, música, amor, ¿qué más podía pedir Lucía de segundo de secundaria? Ah, sí ¡un personaje abiertamente bisexual! (el primero con el que me crucé en mi vida lectora).
Le debo mucho a esta saga; por ella decidí inscribirme a clases de violín y atreverme a ir a ferias del libro. Javier Ruescas fue uno de los primeros "autores reales" (o lo que Lucía de 14 años consideraba como tal) que conocí, y hay canciones que aparecen citadas en la saga que todavía escucho con frecuencia.
No sé cómo explicarlo, pero creo que sería una persona diferente de no haber leído PLAY a la edad en que lo leí.
4. Los Juegos del Hambre, de Suzanne Collins
Los Juegos del Hambre fue la primera saga que leí completa, y de los primeros libros que hubo en mi casa que eran completamente míos; fue con ellos que me decidí a comenzar a construir una biblioteca propia.
Recuerdo haber pasado horas leyendo en casa, en restaurantes y en el coche; necesitaba saber qué iba a pasar con Katniss. Recuerdo haber visto las películas en su estreno, haber llorado con la muerte de ciertos personajes, haber compartido montones y montones de memes y fanarts en Facebook. Recuerdo, también, el club de lectura que organicé el año pasado, y las reflexiones que hicimos sobre Panem reflejando cada vez más el mundo actual.
5. Yo, Simon, homosapiens, de Becky Albertalli
Leí Yo, Simon, homosapiens dos veces estando en la preparatoria, y las dos veces me dieron ganas de explotar de alegría y ternura. Me prometí a mí misma que leería todo lo que la autora publicara.
Le tengo especial cariño a la adaptación cinematográfica, porque fui a verla con todo mi grupo de amigos. Ninguno de ellos había leído el libro, así que no sabían quién era Blue, y ver sus reacciones en tiempo real es una experiencia que no cambiaría por nada. Saliendo del cine, todos nos deshicimos en risas y gritos de emoción. Después de eso, estuve insiste e insiste en volver a ir al cine porque necesitaba verla de nievo (gracias, mamá, por soportarme y verla conmigo). Fuera de mi experiencia personal, creo que es visualmente preciosa e interesante, y refleja muy bien el momento cultural en el que fue grabada. También soy muy fan del soundtrack; lo tuve en repetición (junto con el tráiler) desde antes del estreno.
6. Mexicoland, de Jaime Alfonso Sandoval
Esta es otra distopía que me causó mucho impacto en su momento, sobre todo porque está ambientada en la Ciudad de México y nos presenta un futuro que cada vez se siente menos lejano. Escribí un ensayo sobre él para otra materia de la universidad, y aunque no he logrado releerlo completo, todavía le tengo mucho cariño.
7. La abuela, de Chris Pueyo
Este es otro libro que recuperé para un trabajo de la universidad, y también es otro que me hizo llorar de lo bonito sólo desde el concepto; qué mejor forma de inmortalizar a la persona que más quieres que contando su historia.
Fue mi libro favorito de 2019 en todos los aspectos; ¿la portada? Preciosa, ¿la historia? Preciosa, ¿la narración? Preciosa. Le tengo mucha envidia (de la buena) a la pluma de Chris Pueyo; espero algún día ser capaz de plasmar mis emociones de forma tan vulnerable y poética como lo hace él.
8. Loveless, de Alice Oseman
Escribí un poco sobre Loveless en mi Wrap up de 2023; fue de mis libros favoritos ese año (y quizás de toda mi vida). Lo leí en conjunto con unas personas de internet; fui la primera en terminarlo y la que más se emocionó compartiendo frases y fragmentos.
En general estoy fascinada por la facilidad que tiene Alice Oseman para construir a sus personajes y darles profundidad aunque su historia aparente ser sencilla.
También le agradezco mucho el esfuerzo que hace por dar representación a toda la comunidad LGBTQ+. Es un trabajo increíblemente valioso.
9. Los siete maridos de Evelyn Hugo, de Taylor Jenkins Reid
Llegué a Los siete maridos de Evelyn Hugo porque vi a mucha gente en internet comparándolo con la canción "The Lucky One", de Taylor Swift, lo que llamó mi atención de inmediato. Habiéndolo leído ya, puedo confirmar que tiene relación con esa y otras muchas canciones de Taylor (the burgundy on my t-shirt when you splashed the wine onto me and how the blood rushed into my cheeks, so scarlet it was ???).
No conocía el final del libro, así que me tomó por sorpresa y me dejó hecha un mar de lágrimas. Cuando llego a releer fragmentos, me vuelve a ganar la emoción; es un libro en el que no dejo de pensar.
10. El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, de Ransom Riggs
Llegué a la saga después de haber visto la película (que para ese entonces se había convertido en mi favorita de todos lo tiempos).
No soy fan de los libros de terror, y no estoy segura de que estos cuenten como tal, pero sí estoy segura de que me cautivaron por completo; leí los primeros tres libros en la secundaria, durante mis clases de inglés y de matemáticas.
A día de hoy sigo cautivada por varios de los personajes (Millard, te estoy viendo a ti), por las fotografías que acompañan la historia y por el ejercicio creativo del autor para construir un mundo tangible a partir de esta colección de fragmentos de un pasado bizarro. Espero algún día leer la saga completa.
¡Y ese es mi canon literario!, mi sistema solar; diez libros que me construyeron como lectora y escritora. Estoy segura de que irá evolucionando con el tiempo, y me emociona pensar en qué se convertirá al final :)
Y tú, ¿tienes un canon literario personal?, ¿cuáles son los libros que más te han marcado?
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